Durante las últimas décadas, al tradicional aislamiento del pueblo Aymara, se ha sumado un creciente proceso de aculturación, incrementado por la mayor movilidad de sus integrantes.
Así es como se ha producido una migración masiva hacia los puertos de Arica e Iquique, como también hacia poblados pampinos vecinos.
Este proceso tiene como consecuencia el uso cada vez menor de la lengua aymara, siendo su futuro incierto.
Según opiniones de los propios migrantes aymara, las principales causas de este proceso han sido la sequía, el conflicto religioso, los problemas educacionales, la presión social y la búsqueda de nuevas fuentes laborales.
La población actual distribuida en el ámbito nacional totaliza 112.879 personas y se concentra mayoritariamente en la Primera Región y en la Región Metropolitana, según datos Censo 2017.