El clima, en general, es templado presentando bruscos cambios de temperatura entre el día y la noche. Hay poca cantidad de lluvia, pero contribuye al crecimiento de las vegas y las arboledas en los territorios planos.
En este paisaje se encuentran especies vegetales como algarrobos y chañares; y animales, tales como zorros, cóndores y quirquinchos.
Desde el período prehispánico hasta el presente, el pueblo Atacameño ha demostrado gran capacidad de adaptación al clima desértico, caracterizado por su extrema aridez.
En esta área ocupada desde hace 10.000 años, prevalecen grandes extensiones con escasos ríos, cerca de los cuales se han ubicado las aldeas de este pueblo, pequeñas y rodeadas por muros defensivos.
El cronista Mariño de Lobera los describe así:
«Algarrobos y chañarales son importantes en su alimentación diaria. Muelen la algarroba para fabricar una bebida muy gustosa. Las tierras son regadas por muchas acequias y su forma de cultivo es en terrazas a la usanza andina.»