Los textiles atacameños son de fina trama y sus colores tradicionales, teñidos con vegetales son: el rojo, el café (marrón) y los tonos tierra. Tradicionalmente se les denomina aguayos.
Actualmente los tejedores atacameños encuentran una fuerte competencia comercial, porque se comercializan mejor y son más baratos los aguayos traidos de Boliva, los que son realizados en telares industriales, pero reproduciendo los tradicionales.
Los colores representan al hombre, la tierra y su entorno.
Un grupo destacado de artesanos busca rescatar las técnicas tradicionales y mantenerlas a pesar de la fuerte competencia de la artesanía boliviana que se comercializa en San Pedro de Atacama y se presenta como originaria.